Hasta hace poco más de tres años a México se le veía como el país en el que abundaban los contratos de protección. Del cúmulo de 500,000 contratos colectivos, al menos 85%, estaban firmados a espaldas de los trabajadores.
Quejas internacionales y la denuncia de los trabajadores visibilizaron la constante violación para una verdadera contratación colectiva; la reforma laboral de 2019 encontró el camino para eliminar esas malas prácticas, situación que también se vio reflejada en el acuerdo comercial entre México Estados Unidos y Canadá en el T-MEC, y que dio pie a la obligatoriedad de legitimar los contratos colectivos de trabajo existentes.
De tal manera que esta disposición la deben cumplir todos los sindicatos en México, sin excepción.
Este procedimiento fue establecido con la reforma laboral de 2019 y se realiza en una sola ocasión.
¿Qué es la legitimación? Prácticamente de lo que se trata es realizar un proceso de votaciones en el que, mediante el voto libre, secreto y directo, los trabajadores otorgan su respaldo o rechazo al documento que se ha presentado con la empresa y que contiene las condiciones laborales.
Se trata entonces, de un arma muy poderosa para los trabajadores, pues es el momento en el que pueden manifestar su acuerdo o desacuerdo con el contenido que ha firmado la dirigencia sindical que representa a la mayoría de los trabajadores.
¿Por qué es importante realizar el proceso de legitimación? Es una forma de terminar con aquellos contratos colectivos que fueron depositados en las Juntas de Conciliación y Arbitraje, pero que no se revisan, ya que se trata de contratos de protección, o contratos inactivos que no se dieron formalmente por terminados.
Para el caso de que no sea avalado por los trabajadores, o que simplemente no se realice este proceso, que tiene como fecha límite el primero de mayo de 2023, el contrato será anulado y las prestaciones y condiciones contempladas en este quedarán protegidas en contratos individuales.
La legitimación tiene el objetivo de depurar los contratos negociados a espaldas de la fuerza laboral.
La contratación colectiva es fundamental, pues se trata de un instrumento eficaz para contrarrestar la tendencia a la precarización de los empleos y a la competencia desleal; como también es producto de la negociación colectiva y su negociación es obligatoria para el patrón.
Todos los contratos colectivos nuevos y sus revisiones, deberán ser aprobados por los trabajadores a través del voto personal, libre, directo y secreto.