En una década la empresa VU Manufacturing ha dejado sin efecto cualquier tipo de contrato colectivo de trabajo en México. En este tiempo ha dejado a un lado la posibilidad de actividad sindical democrática y ha promovido al viejo sindicalismo corporativo, cuya principales características es no hacer revisiones, ni pelear por mejores salarios o prestaciones.

Desde hace más de tres años, cuando la reforma laboral dio un nuevo giro privilegiando la democracia y la libertad sindical, la Liga Sindical Obrero Mexicana (LSOM) inició una carrera, que no ha resultado fácil, pero que ha significado una importante lucha para impulsar la presencia de sindicatos democráticos y relaciones laborales reales y transparentes.

La Liga Sindical Obrero Mexicana surgió originalmente en Atlixco, Puebla; en un conflicto con una empresa textilera, y justamente aprovechando la Reforma Laboral, se abrió la posibilidad para que los trabajadores de otras industrias y de otros estados pudieran incorporarse, como ha venido ocurriendo. 

Hoy hay varios capítulos de la LSOM, se tienen representaciones en Durango, en San Luis Potosí y en otros lugares donde la propuesta es que sean los propios trabajadores quienes se organicen de manera autónoma, no como lo hacen los sindicatos tradicionales.

La nueva propuesta de la LSOM para transitar a una democracia es que, incluso,  haya una descentralización donde sean los propios trabajadores quienes tengan la representación para llevar a cabo sus actividades, para generar un sindicalismo horizontal, a diferencia del sindicalismo vertical que ha existido en el país por décadas.

Sin miedo por la defensa de los derechos laborales

Julieta Mónica Morales, Secretaria General de la LSOM afirma con contundencia. “El sindicato siempre debe de ser de trabajadores, dejémonos de tener miedo. No porque miles de empresas digan: «vamos a cerrar», esto no es así, ¡Vamos trabajadores sin miedo! ¡Vamos a la lucha! ¡Vamos a hacer valer nuestros derechos!

Julieta tiene claro que la Reforma puede ser el punto de partida para la democracia sindical, pero si los trabajadores “no nos unimos, nunca podremos exigir nuestros derechos”.

La Liga Sindical Obrera Mexicana y el Comité Fronterizo de Obreras presentaron la primera queja ante la Oficina de Asuntos Comerciales y Laborales del Buró de Asuntos Laborales Internacionales del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, misma que un mes después fue admitida y enviada al gobierno de México.

Sin duda alguna, los trabajadores han mostrado la unidad y la fuerza de quienes buscan un cambio y respeto por sus derechos. 

Una primera prueba fue en agosto, cuando el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) llamó a elecciones a los trabajadores para decidir sobre la representación sindical. Había dos propuestas: la Liga Sindical Obrero Mexicana y el Sindicato de Trabajadores de la Industria Maquiladora y de la Industria Nacional de Accesorios afiliados a la CTM.

Un atractivo para los trabajadores fue el sindicalismo independiente, así lo dejaron ver los resultados que favorecieron a la Liga Sindical Obrero Mexicana con 186 votos y la CTM recibió 101 votos.

Para septiembre de 2022: las secretarías de Economía y del Trabajo y Previsión Social anunciaron que como parte de la remediación para concluir con la primera queja, acordaron tener un diálogo para la firma del primer CCT; no obstante, no se han cumplido.

Los trabajadores, a pesar de su decisión, han visto cómo la gerencia de la VU reanudó rápidamente muchas de las mismas prácticas ilegales de antes. La empresa se ha negado activamente a negociar de “buena fe” con el sindicato sobre un contrato, ha expulsado a los organizadores sindicales de la planta y ha continuado discriminando a favor de los representantes del sindicato cetemista, incluso facilitando los esfuerzos del sindicato minoritario para difamar, intimidar y amenazar a los miembros de LSOM.

Muchas de las violaciones constituyen repeticiones de las mismas acciones que formaron la base de la denuncia original del T-MEC. 

Cabe destacar que este conflicto laboral ha escalado a niveles importantes en Estados Unidos, ya que cinco congresistas -Bill Pascrell Jr.; Rashida Tlaib; Terri Sewell; Daniel T. Kildee y Suzan DelBene- enviaron una misiva al secretario de Trabajo estadounidense, Martin J. Walsh, y a la representante comercial, Katherine Tai, para que haya una aplicación del Capítulo 23 de manera ejemplar, y sea posible que la empresa se siente a negociar con los trabajadores de la nueva organización sindical.

El 6 de febrero de 2023, estallará la huelga en la empresa VU Manufacturing, y tendrá como origen el hecho de que la gerencia de la compañía se ha negado a entablar una negociación seria para la firma del primer contrato colectivo en su fábrica productora de autopartes, ubicada en Piedras Negras, Coahuila.

Los trabajadores están organizados, dispuestos a presionar -con todas las herramientas legales que existen-, a la empresa que sólo pretende mantener las prácticas del pasado, pero con nuevas reglas, situación que no piensan permitir los trabajadores de la Liga capítulo VU.